sábado, 15 de mayo de 2010

no hace falta llamarte, ya me convencí, que ya no duele tanto que no estés aquí ~

Una guitarra por demás desafinada Un frío alquimista que todo transforma en hielo Una canción que de movida está arruinada Y un autoestima ya muy adherido al suelo. Las esperanzas guardadas en un cajón No tienen pilas, yo qué más le puedo hacer Por Dios qué difícil que se hace componer Cuando me falta tu calor. Y me resulta imposible sacarla de mi cabeza Un camino de ida y vuelta que termina en la cerveza En la cerveza. Y ruego a Dios que esto termine para poder ser el de antes Que no llora por mujeres y tiene siempre una amante Siempre una amante. Ideas que vuelan pero que nunca aterrizan Metáforas como cuentos sin moraleja Del quinto piso está chistándome una vieja Que como yo ya se olvidó de las sonrisas. Un verso triste que me acaban de vender Y los zapatos que me aprietan el talón Disculpen que sea tan triste mi canción Es que no la volveré a ver. Y tengo miedo a equivocarme, a sufrir, ser lastimado, Equivocarme es algo humano pero amarte es un pecado Es un pecado. Porque conozco yo el calibre de tus besos Ya no me dejo asesinar por esa boca No pongo un pleno más por vos, no tengo un peso, Mejor le cedo a otra el turno que me toca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario